El Husky es el perro doméstico más parecido a su predecesor, el lobo. Esta raza desciende de América del Norte y aunque si mantienen un instinto jerárquico en manada, no es tan fuerte como en otras razas, por lo que una buena socialización desde cachorro y un entrenamiento en obediencia básica puede ser muy bueno para desarrollar una buena relación con el dueño.
Son perros que les gusta correr, tienen una alta energía. El dueño del Husky debe procurarle buenas dosis de ejercicio para mantenerlo equilibrado psicológicamente.
No son perros ladradores, más bien aulladores. No se recomiendan para guardia y protección ya que suelen ser muy sociables. No les gusta estar solos, así que si le acompaña otro perro serán mucho más felices.
Procura vigilar que no se eche a correr sin correa, porque no lo vas a poder alcanzar.